lunes, 18 de febrero de 2013

Xipe Tótec


Es una deidad de la mitología azteca. Es el Tezcatlipoca Rojo, su región es el este donde nace el Sol. Es la parte masculina del universo, la región de la juventud y de la aurora, del maíz tierno, la abundancia, la riqueza y el amor. Representa la fertilidad y los sacrificios. Era también el patrono de los orfebres.
Su nombre significa El Desollado, Nuestro Señor (xipehua, desollar, descortezar o descascarar; to- prefijo posesivo,nuestro, y tec-, prefijo que abrevia tecuhtli, señor), y se debe a que se quitó la piel para alimentar a la humanidad, símbolo de la semilla de maíz que pierde la capa externa antes de la germinación. Los sacrificados a él eran despellejados por los sacerdotes después de haber sacado el corazón hábilmente, rápidamente el cadáver era llevado a un cuarto privado donde se despellejaba de manera que un sacerdote pudiese vestir la piel completa incluyendo rostro del sacrificado, para luego presentarse nuevamente ante la piedra de sacrificio bailando y danzando con los husos del sacrificado haciendo música y con su singular vestimenta de piel, todo representaba el renacer del sacrificado . Era representado como una persona adulta y robusta de piel dorada o de obsidiana, con un tocado, una copa en la mano derecha y un escudo en la otra y viste la piel de los sacrificados(al igual que sus sacerdotes). También se le representa con la idea del más allá.

Como símbolo de la nueva vegetación Xipe Tótec usaba la piel de una víctima humana. Esta representaba la "nueva piel" que cubría la tierra en la primavera. Sus estatuas y máscaras de piedra siempre lo muestran usando piel recién desollada. Los aztecas adoptaron a Xipe como su dios durante el mandato del emperador Axayácatl (1469-1481). Durante el segundo mes ritual del año azteca, Tlacaxipehualiztli ("desolladero de hombres"), los sacerdotes sacrificaban víctimas humanas extirpando sus corazones. Desollaban los cuerpos y se ponían las pieles, las cuales eran pintadas de amarillo y llamadas teocuitlaquémitl ("vestiduras doradas"), posteriormente eran arrojadas hacia una cámara interior, posiblemente donde se encontraba la Piedra del Sol. Otras víctimas eran atadas a un marco y se les daba muerte con flechas; se creía que la sangre que brotaba de sus cuerpos simbolizaba las fértiles lluvias de la primavera.
Se cantaba un himno en honor de Xipe Tótec llamándolo Yohuallahuana ("Bebedor Nocturno") porque las buenas lluvias caían durante la noche. Le agradecían por traer a la Serpiente Emplumada, símbolo de abundancia, y por prevenir la sequía.



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