lunes, 18 de febrero de 2013

Piedra del Sol


La Piedra del Sol es un disco monolítico de basalto con inscripciones alusivas a la cosmogonía mexica y los cultos solares. Es común e incorrectamente llamada Calendario Azteca. Probablemente fue un cuauhxicalli (recipiente ceremonial) o un temalácatl o altar de sacrificio gladiatorio, involucrado probablemente en la festividad mexica Tlacaxipehualiztli. Mide 3,60 metros de diámetro, 122 centímetros de grosor y pesa más de 24 toneladas.

Probablemente en náhuatl fue llamada Ollin Tonatiuhtlan que significa "Tonatiuhtlan de Ollin" o "Sol de Movimiento". Esta manera de llamarle tiene relación con la forma en que, según la cosmogonía mexica, se espera termine la era del Quinto Sol; los cuatro anteriores llevaban por nombre la manera en que ese sol finalizaría; se dice que "Ollin Tonatiuh" finalizará con una serie de terremotos.
La Piedra del Sol es uno de los monolitos más antiguos que se conserva de la cultura mexica, cuyo tallado fue fechado alrededor del año 1479. En el Templo Mayor de México-Tenochtitlan, probablemente ocupó un destacado lugar colocado sobre uno de los templos llamado Quauhxicalco. Antes del reciente descubrimiento del monolito de Tlaltecuhtli, dios-diosa de la tierra, con sus 4 por 3,57 metros de altura y que se encuentra actualmente en proceso de salvamento y restauración, se pensaba que la Piedra del Sol era el más grande en dimensiones.
Fue derribada o enterrada al consumarse la Conquista de México y permaneció así hasta su hallazgo en el Zócalo, la plaza mayor de Ciudad de México, el 17 de diciembre de 1790. Fue colocada a un costado de la Catedral Metropolitana. A finales del siglo XIX se trasladó al Museo Arqueológico de la calle Moneda y en 1964 fue trasladada al Museo Nacional de Antropología e Historia, donde preside la Sala Mexica de dicho museo y está inscrita en diversas monedas mexicanas.




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